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Espíritu Santo



¿Quién es el Espíritu Santo?


El Espíritu Santo es la Promesa del Padre. Se le llama así, porque el Padre fue quien nos prometió su venida, como también lo enseñó Jesús. El Espíritu Santo se derramó por primera vez en el día de Pentecostés (Hechos 2), y sigue vigente todos los días para cada uno de nosotros.


Al tener una relación con el Espíritu Santo tenemos acceso directo al Padre, de esta forma viviremos siendo guiados por Él completamente.


Por esto, la clave para cada hijo de Dios es relacionarse de manera profunda con el Espíritu Santo para crecer en conocimiento de Jesús y del Padre.


“En realidad, a ustedes les conviene que me vaya. Porque si no me voy, el Espíritu que los ayudará y consolará no vendrá; en cambio, si me voy, yo lo enviaré" (Juan 16:7 TLA).

Después de tres años en los cuales los discípulos dejaron todo por caminar con Jesús, Él les dice que se irá, y enfatiza que les conviene que esto suceda. Les dejó claro que una vida de comunión con el Espíritu Santo, es aún más conveniente que caminar con Él físicamente.


¿Por qué?

  • Jesús solo podía caminar con algunos a la vez, pero el Espíritu Santo puede estar con todos.

  • Es por el Espíritu que podemos hacer las obras de Jesús y aún mayores.

  • Es el Espíritu en nosotros quien nos libra del mal, nos trae convicción de pecado y nos guía a vivir una vida victoriosa.

  • Es por el Consolador, que podemos experimentar el amor del Padre y la gracia del Hijo.

  • El Espíritu Santo es la Presencia de Dios en nosotros.


Dios como ser único, tiene atributos únicos. Tales como:

  1. Es Omnipresente (capacidad de estar presente en todas partes simultáneamente) Sal. 139:3-10.

  2. Es Omnisciente (capacidad de saberlo todo) Is. 40:13-14.

  3. Es Omnipotente (poder sin límites e inagotable, poder infinito) Job 33:4.

  4. Es Eterno e Inmutable: El Espíritu Santo estuvo desde el principio de la creación y permanece hasta el fin de todos los tiempos. Salmos 102:25-27, He. 9:14.


Para conocer al Espíritu Santo debemos tener una relación diaria, mientras más tiempo pasemos con Él, más podremos conocer lo que Él nos quiere decir y hacer en nosotros.

Debemos saber que Él es el más interesado en pasar tiempo con nosotros. Para así sanarnos, guiarnos y capacitarnos.


Una vez que sabemos realmente quién es Él, podremos comprender lo que Él puede hacer por y a través de nosotros. Cuanto más lo conocemos, más lo vamos a amar.



 

Importancia del Espíritu Santo


Conocer la función de cada persona de la trinidad es fundamental, por esto debemos aprender a relacionarnos con Dios de manera entendida al orar, ministrar y discipular.


“Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes" (2 Corintios 13:14 NTV).


En el versículo anterior, el apóstol Pablo se esta despidiendo de la iglesia de Corinto, pero para entender mejor qué quiere decir, analicémoslo por parte.


  • “La gracia (charis) del Señor Jesucristo”, se refiere al favor no merecido que nos ha sido dado por Jesús. Es algo que recibimos, no por logros ni mérito propio, es por esto que debemos estar agradecidos.


  • “El amor (ágape) de Dios”, habla de la actitud de Dios el Padre hacia nosotros. El amor ágape es una decisión deliberada sin necesidad de una causa asignada. En otras palabras, es la naturaleza misma de Dios. Igual que con la gracia, recibimos este amor no por nuestros méritos sino por la bondad del Padre y su deseo de disfrutarnos hoy y por la eternidad.


  • “La comunión (koinonia) del Espíritu Santo”, implica relación profunda, compañerismo y participación. Según el diccionario bíblico Vine, koinonia: “denota la parte que a uno le corresponde en algo, una participación, una comunión reconocida y disfrutada”. En contraste con charis y ágape, donde somos receptores pasivos, koinonia requiere nuestra participación activa.

Entendiendo lo anterior, cuando necesitamos gracia y perdón, debemos ir a Jesús. Cuando buscamos amor y seguridad vamos al Padre, y cuando necesitamos fuerza y constancia en nuestro caminar espiritual, vamos al Espíritu Santo.

Es imposible crecer en nuestra relación con Dios, si no aprendemos a poner al Espíritu Santo en el centro de todo lo que somos, hacemos y tenemos. Una vez que le damos a Él su lugar en nuestras vidas, debemos prepararnos para ser llenos y ver Su poder manifestarse.



 

El Espíritu Santo como persona


¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo es una persona?

Entendemos a la luz de la palabra que el Espíritu Santo es una persona por las características que se le adjudican, tales como:


  • INTELECTO: Facultad de pensar, entender y discernir.


Solo alguien con intelecto tiene la capacidad de buscar y examinar.


“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Corintios 2:10-11 RVR1960).

(Ro 8:26-27; Jn. 14.26; 15:16; 16:12-15; Neh. 9.20).


  • VOLUNTAD: Facultad de decidir y ordenar la propia conducta.


Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, y esto incluye la facultad para decidir.


“Pero es el Espíritu Santo mismo el que hace todo esto, y el que decide qué capacidad darle a cada uno" (1 Corintios 12:11 TLA).

(Ef. 1.3-9).


  • EMOCIONES

- Ama: El amor es parte del carácter de Dios y por ende lo es del Espíritu Santo. Dios nos amó tanto que envió a su Hijo. Su Hijo nos amó tanto que murió por nosotros. Y el Espíritu Santo nos ama tanto que viene para revelarnos a Jesús.

- Se contrista, o entristece: Entristecer significa: “atormentar, causar pesar, ofender, insultar o causar dolor”. El Espíritu Santo en la Biblia se le compara a una paloma (Efesios 4:30) y por ende tiene corazón tierno y con facilidad llora por nosotros.


  • SE COMUNICA (HABLA):

- A través de él podemos clamar Abba (Gálatas 4:6, Rom. 8:15).

- El Espíritu de Dios habla a través de los íntimos (2 S. 23:2).


  • SE PUEDE OFENDER:

“¿Cuánto mayor castigo pensáis que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado y que ha insultado al Espíritu de la gracia?” (Hebreos 10:29 NVI ).


Afrenta: Tratar con total desprecio o arrogancia insultante.


- No apreciar el significado de la muerte de Cristo es un insulto en contra del Espíritu y le ofende.


  • SE LE PUEDE MENTIR: Podemos mentir e incluso engañar a los hombres pero no podemos engañar al Espíritu de Dios (Hch. 5:3-4).


  • SE PUEDE BLASFEMAR CONTRA ÉL:

Blasfemar (del griego blaptein, "injuriar", y pheme, "reputación") etimológicamente significa grave irreverencia hacia alguien, específicamente una ofensa a un dios.

- ¡Es el único pecado que no tiene perdón! (Mt. 12:31-32; Mc. 3:29).


  • SE LE PUEDE RESISTIR:

    • Esto pasa generalmente con quienes creen conocer acerca de Él pero no tienen intimidad con Él, no viven en amistad con el Espíritu Santo (Hch. 7:51, pecados de los religiosos; Zac. 7:11-13).


  • SE LO PUEDE APAGAR:

    • Por resistirlo tantas veces podemos termina apagando el fuego del Espíritu. Apagamos el Espíritu cada vez que lo ofendemos siendo desobedientes a Su voz, y esto siempre tendrá consecuencias.

    • Cuando apagamos al Espíritu Santo le negamos la oportunidad de bendecir y tocar nuestras vidas, así como tocar y bendecir a otras vidas a través de nosotros.


- Ahora que sabemos que el Espíritu Santo es una persona, leímos algunas características de Él. Es nuestra decisión vivir la vida tomados de su mano, y hacerlo nuestro mejor amigo.

Considerando todas estas características, debemos hacernos las siguientes preguntas:


  1. ¿Cómo está mi relación con el Espíritu Santo?

  2. ¿Cuánto lugar le estoy dando en mi vida?

  3. ¿Qué decisiones vas a tomar para mejorar tu relación con el Espíritu Santo?

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